Índice de Contenidos:
Un trigal urbano
En el año 1982, la artista Agnes Denes realizo una de las obras más importantes creadas dentro de la propia historia de América. Esta misma obra consistió en nada menos que plantar un trigal en pleno Manhattan.
Gracias a la colaboración de diversos voluntarios, pudieron elaborar dicha plantación en un vertedero, del cual, se desarrolló por las mismas obras de las torres gemelas. Actualmente es el “Battery Park” y en el año 82 se desarrolló el primer trigal urbano.
Ataque contra la división de clases
Esta intervención natural sobre la cimentación urbana se llamo: “Wheatfield – A Confrontation: Battery Park Landinfill, Downtown Manhattan”. Con dicha denominación, la artista buscaba sobre todo mostrar de forma literal una confrontación con el World Trade Center y la Estatua de la Libertad de EEUU.
Agnes atacaba aquella estructuración, quería destruir todo aquel cemento y todos aquellos cristales y muros construidos por el hombre de forma antinatural. Esto no conllevaba solamente un confrontamiento contra toda aquella cimentación, sino que verdaderamente consistió en una provocación, un conflicto y ataque contra las clases sociales que fueron impregnadas por la sociedad, el desgarro producido por la división de pobre y ricos. Fue la viva representación del universo rural contra el sistema tecnocrático y por supuesto, como este paso ha sido aceptado por la multitud de masas.
La vulnerabilidad natural
Desde entonces hasta nuestros días, el contraste que provoca la obra de Agnes junto con las Torres Gemelas es imponente, una viva expresión que impresiona a las masas.
Además de las intenciones de representar una critica contra el neoliberalismo capital y la división de clases, Agnes hace una viva declaración contra la vulnerabilidad que sufre el medioambiente, nos narra los problemas existentes en la ecología propia de las civilizaciones, la sobreexplotación que sufre la tierra y lo más impactante, el poco respeto y la insignificante concienciación medioambiental que existe en las naciones.
Esta obra siempre nos recordará el constante movimiento de la ciudad, el cambio continuo , mientras que “Wheatfield” es lo único permanece, haciéndonos comprender que la naturaleza es esencial.
Feminismo rural
Agnes unió por aquel entonces el mundo rural con la ciudad urbana y contemporánea, a pesar del contraste establecido, es posible contemplar de forma unificada la denuncia contra las acciones humanas sobre el propio suelo, la tierra y su explotación.
Nos muestra como seguimos viviendo en una sociedad patriarcal que pone en jaque a la feminidad, que dicha expresión, siempre se ha visto identificada con la propia naturaleza.
La naturaleza es un ente infinito que permanece constante contra el propio dinamismo urbano y el tiempo.