La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán ha llegado al teatro Canal de Madrid de la mano de la dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente.

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Autora célebre, Emilia Pardo Bazán
Emilia Pardo Bazán llego a ser una de las grandes novelistas de su tiempo. En Europa, durante el siglo XIX llegó a tener una gran fama en vida y fue traducida en numerosas lenguas.
Con ello llego a contribuir al cambio de registro novelístico de su época y también, llego a influir para la construcción de la esfera literaria cultural que definió el canon literario decimonónico.
Además, mostró abiertamente sus ideales feministas promulgando el papel de la mujer, su condición y por supuesto sus derechos, dando un enfoque moderno y muy poco común entre las pocas escritoras existentes de su tiempo.
Naturalmente, Emilia Pardo Bazán cumplió con el papel que tanto se espera en una mujer de su época, se caso, tuvo hijos, aunque se separo y tuvo diversas relaciones sentimentales, una de ellas y la más conocida fue con Benito Pérez Galdós.
Pero, con lo que realmente llegó a destacar Emilia fue por ser una mujer echa así misma, intelectual y a pesar de las polémicas que pudo llegar a generar fue una mujer respetada, crítica, notable periodista y una autentica contradicción política y sociocultural de su momento.

Un método perturbador, sinopsis
La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán trata sobre la primera novela policiaca escrita por una mujer, misteriosa y poco común de lo que nos podemos llegar a encontrar en este género literario.
Tenemos en el escenario dos auténticos actores: Gary Piquer, (interpretando a Ignacio Selva), y a Roser Pujol (representando a Chulita y a diferentes personajes segundarios).
Ignacio Selva es un abogado frío, agobiado, que no tiene ningún tipo de interés por la vida misma, decide seguir los consejos de su buen amigo el Doctor Luz, (Roser Pujol), y decide convertirse en un intrépido detective, llegando a imitar la figura de Sherlock Holmes para sentir esas vivas sensaciones que tanto nos dan sentido.
Durante una velada de teatro, se desarrolla ese incidente que tanto despierta este carácter a Ignacio Selva, el accidente sin ningún tipo de causa aparente, un cadáver y esa única gota de sangre, sacan a Ignacio de su mismo témpano y despierta en él su fiebre detectivesca.
Y que no se nos olvide a nuestra mujer misteriosa, Chulita, la personificación misma de la femme fatal, propia representación de la tentación y pasión.
Objeto y fruto tan deseable, nos muestra el sabor de lo prohibido.
Nos encontramos representada en el escenario una historia fascinante y excitante, con toques de fino humor e ironía.