¡Viva la Pepa! el reflejo de la exclusión social a través de la comedia. Escrita por Sonia Gómez, Juan Luis Iborra y dirigida por este mismo.
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La mejor comedia a través de la verdad
El teatro Lara presenta su nueva comedia «¡Viva la Pepa!» donde vemos en escena a una mujer que vive prácticamente en la precariedad, una madre soltera con dos gemelas y en paro, una mujer sin apenas oportunidades que, gracias a un golpe de suerte, su vida cambia drásticamente.
A pesar de las dificultades por las que pasa y vivir prácticamente del aire, Pepa nunca pierde la sonrisa gracias a su carácter tan positivo, haciendo solamente lo mejor para sus hijas. Intrépida y risueña nos muestra la actriz Pepa Rus la historia de como este personaje ha llegado a mejorar su vida sin cambiar su forma de ser, desde la honestidad y honradez ha pasado de ser una mujer sin futuro a ser la alcaldesa de su ciudad, Melilla.
Crítica Cooltura Magazine
A pesar de esa personalidad tan vivaz y alegre del personaje, nos encontramos con ciertos puntos de amargura del cual te hacen reflexionar, una desazón muy real y autentica donde este tipo de hechos y existencias no son ficticias sino que constatan la propia actualidad en la que pasan la mayoría de las mujeres mayores. Sin trabajo, sin ayudas y con personas a cargo que alimentar, ya sean niños pequeños o ancianos.
Puede que para los más clásicos denominen esta obra como «el típico humor español» por el cual nos han acostumbrado a ver toda la vida y que siempre vemos reflejado en la programación televisiva del canal Sur.
Pero la verdadera comedia tiene ese punto risueño y nostálgico impregnado en los personajes desde los años 80. Ver a Pepa Rus en el escenario dando vida a este personaje me ha echo recordar a la que fue para mi una de las mejores actrices de teatro Amparo Baró en sus años más tempranos en el escenario.
Sin duda, llevar a cabo un monologo durante más de una hora y sin descanso lo convierte en una pieza compleja que Pepa Rus ha llevado a cabo de forma sublime y encantadora, nos ha echo reír si, pero también nos ha transmitido esa hiel que tanto tendemos ha ignorar.